Si algo me gusta de las vacaciones de la prepa, es que afortunadamente coinciden con algún gran evento de fútbol. Hace 2 años, tuve el gusto de ver la Copa del Mundo de principio a fin. Este año está la Euro. Debo confesar que el fútbol latinoamericano no me emociona en lo más mínimo; el mexicano, mucho menos. Me arriesgaré a ser víctima de críticas pero es que simplemente el fútbol de nuestro continente no está ni cerquita de estar a la altura del que se desarrolla de aquél lado del charco. Me gustaría saber el porqué, pero simplemente está fuera de mis capacidades mentales. Volviendo a la Euro, a la cual he dedicado gran parte de los últimos 13 días de mi vida dado que no hay mucho que ocupe mi tiempo, debo decir que había hasta el día de hoy, tenía la impresión de que el fútbol de la Euro 2008 simplemente no cubriría ni mis expectativas ni las de muchos otros. La idea de 16 selecciones nacionales compitiendo por un solo trofeo sonaba más que tentadora. Añadirle el hecho de que entre las 16 se encuentran los actuales del mundo y se encontraban los campeones europeos actuales hace a la Euro un evento indispensable para aquellos fanáticos como yo.
Durante las eliminatorias, fue doloroso ver a una Italia agonizante, previamente campeona, que sólo calificó gracias al enfrentamiento con una Francia ya muerta. O a una Grecia, actual campeona europea, a la que al parecer se le acabó el milagrito. O a una Alemania, considerada favorita; misma que si no empezó mal, terminó espantosamente. Durante la ronda de eliminatorias, Alemania no hizo más que mostrarnos un fútbol lento, inseguro y desorganizado con un medio campo deplorable en la comunicación con la defensa y apenas rescatable en el ataque. Quizá la más dolorosa de las actuaciones en la Euro no haya sido una de éstas, sino la de República Checa. Previo a fatídico partido contra Turquía, República Checa llegó a ser favorita, de hecho, unos sujetos fanáticos de los números del Banco de Suiza aseguraban que sus cálculos (mismos que predijeron que Italia sería campeona del mundo) apuntaban hacia la Rep. Checa. Lamentablemente esto no sucedió, ya que un dramático 2-0 contra Turquía se degeneró a un lamentable 3-2 favor Turquía, propiciado por un trágico error de Petr Čech.
Sin embargo, estuvieron las fantásticas actuaciones de Croacia, Holanda, [Portugal], Rumania y Rusia, de quienes no se esperaba gran cosa en realidad. Croacia y Holanda fueron a lo que iban. Jugaron un fútbol muy bueno, casi perfecto (de ese que probablemente sólo en vio en ellos de manera constante) y lograron calificar con sus 9 puntos completos. Rusia sorprendió y aunque no jugó igual de bien que otros, logro calificar contra las expectativas de la mayoría. Rumania por otra parte, no corrió con la misma suerte. Sin importar que haya presentado un fútbol mejor que el de las agonizantes Francia e Italia (suficiente para mantenerles el empate, lo cual ya es mucho que decir) Rumania fue descalificada gracias a los 2 desastrosos goles de Italia hacia una Francia muerta e incompleta que finalmente le ayudarían a arañar el sexto de los 8 lugares disponibles para cuartos de final.
Hoy, 19 de junio, se celebró el primero de 4 partidos que comprenden los cuartos de final. En este partido, Alemania y Portugal se disputaron el primero de 4 lugares disponibles para semifinales. Obviamente, después de a gran decepción que para muchos significó la participación de la Mannschaft, las apuestas estaban puestas en Cristiano Ronaldo y compañía. Desgraciadamente para ellos, Alemania demostró como se hacen las cosas en el campo, ganando 3-2 y adjudicándose el que a mi parecer, es el gol mejor construido de la Euro; cortesía de Ballack, Podolski y Schweinsteiger, mismo que cobraría los 2 tiros de esquina que pasarían a ser goles gracias a Klose y a Ballack.
Esto sólo demuestra que la única predicción posible en el fútbol es que es impredecible.
Eli
Lienzo en Blanco 